UNA RAREZA EN LA EXISTENCIA (Son las 17:00h, momento de compartir el café y "algo más" desde "mi azotea".) Vivimos en este mundo, planeta Tierra, bajo una "realidad" muy extraña, muy compleja. Tenemos la sensación de ser interminables... Infinitos.... Eternos... Algo por ahí dentro de nuestro ser nos dice que esto no se acaba.... Sin embargo, miramos, y los ojos nos dicen que esto se acaba. Miramos a nuestro alrededor, y vemos mayores muriendo, niños naciendo, y nosotros entre tanto nos sentimos inmutables en el tiempo, exactamente igual "que siempre".... a pesar de que nuestros ojos nos muestran arrugas, calvicie, manchas, dolores, que aumentan poco a poco. Miramos hacia atrás, la Historia, y nos sentimos protagonistas del presente, un presente que parece definitivo y que no será nunca pasado, y nos sentimos mejores y superiores a aquellos que forman parte de los libros de texto: científicos, escritores, guerreros, exploradores, descubridores...
Desde la azotea de mi bloque hay vistas muy corrientes, edificios corrientes de un barrio corriente; no es mía particular, pertenece a la comunidad, pero un café en la tarde sienta muy bien allí. Sin embargo, tengo una "azotea" (mi cabeza) que sí es personal e intransferible. Ahí comienza la contemplación y reflexión de unas vistas que superan con creces lo que hay delante de mis ojos... Ahí, con un cafe en una mano y la Biblia en la otra, me elevo en las meditaciones de las Glorias de mi Dios.