EL JOVEN RICO… (o cualquiera de nosotros…).
Esto sucedió hace dos mil años, pero no por ello deja de ser real, actual y útil.
Un hombre joven se acerca al “famoso Jesús”.... multitudes seguían a este Jesús de Nazaret, un hombre que había hecho todo tipo de bien y jamás negó su amor y su ayuda a nadie que se lo pidiera….
Seguramente por ello este joven se dirige a Él llamándole Maestro “Bueno”.... ¿Bueno?.... ¿hay alguien bueno en este mundo?.... (la respuesta de Jesús pareció chocante, cortante, casi hiriente…. pero su intención era hacerle reflexionar, algo tan necesario para el “homo sapiens sapiens”, que dice la ciencia).
La respuesta de Jesús es: “¿por qué me llamas bueno, ninguno hay bueno sino sólo Dios”... Jesús le quiso “poner los pies en la tierra”; no se puede hablar a la ligera… decir “bueno” es decir mucho, demasiado, si utilizamos las palabras con decencia, ajustándonos a su contenido y significado…. y Dios habla así, cuando dice “bueno” es ni más ni menos que “BUENO”.... sin ningún tipo de mal (lo cual ya eliminaría la bondad).
Por tanto, el joven tenía que replantearse algo…. o Jesús no era bueno (cosa que no cuadraba con el testimonio que de Él había), o Jesús era Dios (cosa muy trarnscendente e impactante para aceptar y confesar).... Amigos, Dios, Jesucristo, nos pone SIEMPRE entre dos UNICAS opciones, y debes elegir; no se puede servir a dos señores… o aceptas a Jesucristo (como Él es y como quien Él es….) o lo rechazas por completo.
Veamos en qué se basó el encuentro de este joven rico, con Jesús:
Él se acercó al Maestro para que le hiciese saber qué había de “hacer” para HEREDAR LA VIDA ETERNA… vaya, “casi nada”.... es decir: vivir eternamente una vida plena en el reino de Dios donde no hay pecado y reina el amor y la justicia.
Pero donde hay que poner la atención es en “haré”.... es decir, OBRAS… ahí estaba el eje de la búsqueda humana…. el joven quería conocer qué cosas podría sumar a su LISTA DE MÉRITOS para estar un dia en el reino de los cielos por toda la eternidad.
Jesús respondió PERFECTAMENTE a su petición: “sabes los mandamientos”.... el joven le responde: “los he guardado desde mi juventud” (como decir desde siempre, desde que tengo uso de razón)....
Jesús le respondió una vez más: “anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme, tomando tu cruz”.
¿Sabéis el resultado de esta conversación? (si habéis leido el texto que he puesto en la foto seguro que sí).... El joven se fue triste porque tenía muchas posesiones.
De esto, la Palabra nos enseña:
Guardar los mandamientos implica:
- “amar a tu prójimo como a tí mismo” con todo lo que ello conlleva... no sólo cumplir una serie de requisitos que nos resulten asequiblese a nuestra comodidad
- “amar a tu prójimo como a ti mismo” supone “obedecer a Dios” que es el que te manda hacer eso…. y el hombre, en su interior, lleva un rechazo innato a obedecerle
- “amar a tu prójimo como a tí mismo” supone en numerosas ocasiones ceder tú para que el otro avance; de ahí el vender para repartir con los demás…. y sin límite: vende TODO lo que tienes…. mucha la exigencia de Jesús ¿no?.... (Él se exigió más a sí mismo: MURIÓ, dió su vida, por los demás).
- “amar a tu prójimo como a tí mismo” con todo lo que ello conlleva... no sólo cumplir una serie de requisitos que nos resulten asequiblese a nuestra comodidad
- “amar a tu prójimo como a ti mismo” supone “obedecer a Dios” que es el que te manda hacer eso…. y el hombre, en su interior, lleva un rechazo innato a obedecerle
- “amar a tu prójimo como a tí mismo” supone en numerosas ocasiones ceder tú para que el otro avance; de ahí el vender para repartir con los demás…. y sin límite: vende TODO lo que tienes…. mucha la exigencia de Jesús ¿no?.... (Él se exigió más a sí mismo: MURIÓ, dió su vida, por los demás).
El amor a los bienes materiales (sus posesiones) era mayor que su amor hacia Dios y hacia el prójimo.
Su tristeza al irse no le sirvió para recapacitar, sino para frustrar su vida, cosa que era previsible dado que basó su futuro en la autoconfianza en vez de la gracia y el amor de Dios, y ¿quiénes somos nosotros para ponernos como base de nuestra propia vida?
SURGE EL DILEMA:
¿Entonces qué ocurre con el hombre?... ¿cómo puede el hombre aspirar a la eternidad de vida?.... ¿para qué nos enseña Jesús el camino del bien?....
Pues, es “relativamente” fácil….. os recuerdo que antes de esto Jesús dió una serie de enseñanzas en el conocido “Sermón de la montaña”.... allí enseñó cosas como:
- oísteis que fue dicho NO MATARÁS, PERO YO OS DIGO que cualquiera que se enoje contra su hermano será culpable de juicio
- oisteis que fue dicho NO COMETERÁS ADULTERIO, PERO YO OS DIGO que cualquiera que mire a una mujer para codiciarla ya adulteró con ella en su corazón
- oísteis que fue dicho OJO POR OJO Y DIENTE POR DIENTE. PERO YO OS DIGO no resistáis al malo, antes bien, cualquiera que os hiera en la mejilla derecha vúelvele también la otra
- oísteis que fue dicho AMAD A VUESTRO PRÓJIMO Y ABORRECERÁS A TU ENEMIGO, PERO YO OS DIGO: amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen….
Esto (que he resumido, y pertenece a los capítulos 5 al 7 de Mateo) está al mismo nivel de enseñanza que la conversación de Jesús con el joven rico….
Los hombres quieren basar sus vidas en “hacer el bien”, en “ser buenas personas por sus propios méritos y esfuerzos”, en “la justicia personal”, etc…. y Dios llama a la puerta de nuestras conciencias y nos dice: “querido Esteban, por mucho que desees ser buena persona, y hacer mucho bien, vas a encontrar un enorme problema…. estás lejos de MI, yo soy la Única Fuente de Bien, es más, la Única Fuente de Vida…. y lejos de mí no sólo no puedes hacer bien, sino que no puedes ni aún vivir”.
Claro que podemos hacer cosas buenas…. pero hay dos aspectos a tener en cuenta:
1. No podemos hacerlo al nivel que Dios exige, o que demanda, de nosotros
2. Ninguna de ellas nos puede llevar a ser aceptados por Dios, a causa del punto 1.
2. Ninguna de ellas nos puede llevar a ser aceptados por Dios, a causa del punto 1.
Es por ello que Cristo enseñó al joven rico que el reino de los cielos no es de los que quieren ser buenos a costa de sus méritos, sus bondades, sus justicias…. NO, NO SON SUFICIENTES, Jesús le demostró que le faltaba una cosa, y no estuvo dispuesto a aceptarla, porque no había lo immprescindible en él para ello y que sólo proviene de Dios: EL AMOR DE DIOS EN SU CORAZÓN.
¿HAY SOLUCIÓN PARA EL DILEMA?.... SÍ…. CRISTO MURIÓ POR LOS PECADORES PARA DARLES VIDA NUEVA, Y EN ESA NUEVA VIDA GOZAR DE UN AMOR QUE ANTES NO TENÍAN, Y ADEMÁS EL PODER DE ANDAR UN CAMINO DE JUSTICIA (no libre de tropiezos, pero sí ayudados por Cristo y amparados por el perdón en su sangre).
Si hubiese alguna posibilidad de “heredar la vida eterna” por nuestros méritos la muerte de Cristo no tendría ningún sentido.
CONCLUSIÓN:
Jesús no nos enseña a ser buenos (aunque lo desea), sino que nos enseña que somo malos a los ojos de Dios, y necesitamos ser limpiados por medio de su sangre, derramada en la Cruz; así Él, y sólo Él, nos pondrá en el plano de la Justicia.
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; NO POR OBRAS para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, CREADOS EN CRISTO JESÚS PARA BUENAS OBRAS, las cuales Dios creó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:8-10).
Sólo si estás en Cristo, serás una nueva criatura con un nuevo camino en el que andar, lleno de buenas obras.
ACABO ESTE PENSAMIENTO CON ALGO QUE HAY EN EL PASAJE DEL JOVEN RICO, Y ES MARAVILLOSO:
Cuando el joven rico le respondió diciendo que “todo eso (los mandamientos) lo había guardado desde su juventud”.... el versículo siguiente dice algo que derrite mi alma:
“Entonces Jesús, MIRÁNDOLE, LE AMÓ” (versículo 21).
JAMÁS OLVIDÉIS ESTO…. JAMÁS LO OLVIDARÉ YO…. A pesar de no aceptar su Palabra, de irse, y de no seguirle…. JESÚS NOS MIRA, A CADA UNO, CARA A CARA, Y LO HACE AMÁNDONOS…. LLEGÓ A MORIR POR NOSOTROS…. ESO ES AMOR.
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