CRISTO, EL CENTRO Y EN EL CENTRO.
En el Antiguo Testamento, el profeta Isaías (42:8) dice: “Yo Jehová (YHVH), éste es mi nombre, y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”.
El nombre de Jehová, impronunciable en nuestro idioma por tratarse de una adaptación de los caracteres YHVH, viene del nombre que Dios le da a Moisés cuando éste le requirió su nombre: “YO SOY”.... Dios le dijo: “Yo Soy el que Soy”.... y si quieres saber un nombre que me identifique será “YO SOY”....
No hay nada sin ÉL, todo existe a partir de ÉL. ÉL es el ETERNO, y todo lo que está fuera de ÉL es creado, tiene principio.
DE MODO QUE ÉL NO ES LO MÁS GRANDE solamente, sino que LO ES TODO Y ES LO ÚNICO, nada comprable a ÉL.
Jesucristo vino para morir por los pecadores, pero eso no quitó, ni anuló, ni entorpeció su “SER”·….
EL ÚNICO, EL MAYOR, EL ETERNO. Entregarse a sacrificio no significó dejar de SER LO QUE ES: EL QUE ES.
Por eso hay algo que quiso dejar claro a sus discípulos: ÉL está, o no está…. no comparte lugar ni hueco con nada ni con nadie…. no le busques un rincón para colocarlo ahí, por muy cómodo que le pongas el sitio… no, ni en un rincón ni en un lado…. Si ÉL ESTÁ, estará EN MEDIO…. es el CENTRO, EL PRINCIPAL, EL ÚNICO…. Y si no, no estará.
No hay precintos, puertas, ventanas, fronteras, distanciamientos ni sociales ni materiales…. ÉL ESTÁ. LO PROMETIÓ Y LO CUMPLE. Y ESTÁ EN MEDIO.
Y doy fe de ello: en medio de mi vida, de mi corazón, de mi familia, de mi congregación,... y en medio de su TRONO y de su REINO.
Comentarios
Publicar un comentario