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Ser... Buena Persona o Persona Buena (5)

SER... ¿Buena persona o persona buena? (-Parte 5-)

Al finalizar la parte 4, dejamos planteado la clave de todo este tema: ¿Cual es la referencia sobre la cuál guiarse para decidir (juzgar) lo bueno, lo malo, el bien, el mal,... y al fin y al cabo, la calificación de nuestra conducta y vida en general?.

Hemos visto que todo está muy condicionado en función de los contextos, y se puede ser más o menos sensible a un mismo caso (un asesinato, como vimos por ejemplo). Lo cual lo reduce todo a subjetividad.

Por eso, somos empujados a buscar una referencia que esté más allá de nosotros mismos y nuestras circunstancias. Limpia, clara, sin nada que ver con lo adulterado o contaminado por lo humano. Y la hay. Y la tenemos. Se trata de DIOS Y SU LEY.

Pues bien, ese sentido de ser perfecto, limpio, apartado de todo lo defectuoso, todo error, y todo mal, toda contaminación, etc, es lo que se denomina "santidad" en las escrituras. Y Dios es Santo.

Esto es mucho más importante de lo que pensamos en este tema. Porque no solo se trata de su Ser, sino de su carácter y voluntad, tratándose pues de un ser absolutamente exigente en sus demandas. De modo que cuando Dios demanda, por ejemplo, obediencia, no te está pidiendo un 99,9% de obediencia, sino un 100%.

La exigencia de Dios es total, absoluta: SER PERFECTOS.

"Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto." (Mateo 5:48)

"Santificaos, pues, y sed santos, porque yo El Señor soy vuestro Dios." (Levítico 20:7)

Eso que está escrito es un mandamiento. Y se da el caso de que el mandamiento que procede de la "boca" de Dios no es como el de un padre humano o un juez humano. Se trata de Dios. Y lejos de lo que se ha caricaturizado de Dios a lo largo de la Historia, Dios no es un abuelo bonachón, que bajo el ridículo disfraz de un amor tontín, tolera cualquier cosa. Insisto, DIOS ES SANTO. 

Así está revelado, y como Dios Santo, no tolera el mal, en ningún grado, en ningún modo, en ninguna cantidad… en Él no hay eso de: "bueno venga, no pasa nada …".

Una sola "mota de polvo" de mal enciende el fuego Santo de Dios. "Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían." (Salmos 2:12)

"...porque nuestro Dios es fuego consumidor." (Hebreos 12:29)

Valga como ilustración lo siguiente:

Dos amigas, muy buenísimas personas, están con un uniforme de trabajo limpiando un lugar mugriento. Hacen una pausa para tomar un desayuno y a una se le derrama el café sobre la otra. Las dos se ríen. Se ha llenado de café la ropa de una, pero NO IMPORTA, es una ropa sucia, y para trabajar, no hay más trascendencia que unas risas.

Un día, una se va a casar, llega el día de la boda, su amiga está invitada. Es una de las damas de honor. Justo en del momento de salir de casa, con la hora justa, la amiga dama de honor destapa un bote de pintura para ojos para un retoque, y sin querer, salpica un puntito de Rimmel sobre el vestido blanco de la novia, justo en el centro. Una auténtica catástrofe, con unas consecuencias lastimosas: angustia, desesperación, todo un disloque… ¡Y eso que era solo un puntito negro!... Pero, ¿a que no es lo mismo que cuando estaban de limpieza en el lugar mugriento y toda una taza de café no significó mayor problema?.

Pues queridos amigos, no pretendamos que el Dios Santo de la Eternidad, se quede impasible con un poquito de mal, de la misma forma que nosotros pasamos por alto indolentemente mucho mal…. 

SE TRATA DE DIOS, EL DIOS SANTO. Más Puro y Santo que cualquier cosa que podamos imaginar. Y si a nosotros nos duele o afecta el mal, siendo malos, a Él le afecta infinitamente más; y no sólo le afectan los niños violados y asesinados, también le afecta gravemente ese mal pensamiento que hace un momento tuviste respecto a tu vecina de enfrente...

Continuaremos….

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