SER... ¿Buena persona o persona buena? (-Parte 7-)
Nos quedamos en que hay algo en nuestro ser que, de entre los miles de millones de seres humanos que han pasado y pasarán por este planeta, NINGUNO puede ser perfecto.
Y no es por falta de voluntad, muchos son los que desean ser y hacer todo bien. Pero siempre aparece el fallo, el mal da la cara.
¿No os ha pasado alguna vez (o muchas veces) que habéis tenido buenos propósitos, buenas intenciones, buenos deseos, y al final se truncaron, pasaron al desván del olvido, fueron suplantador por otros sentimientos opuestos, o algo por el estilo?... Incluso haber llegado a hacer o sentir lo que realmente no se quería, sorprendiéndonos a nosotros mismos…
El apóstol Pablo, el que fuera conocido anteriormente como Saulo de Tarso, expresó esa vivencia suya de la siguiente manera:
"Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago." (Romanos 7:15)
Y a eso le puso nombre, o más bien, fue la manera en que reconoció el nombre que ya tenía desde el principio, dado por Dios, y que hasta entonces él no había conocido del todo bien:
SE LLAMA PECADO.
Y así explicó el asunto:
"Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
…..
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros."
(Romanos 7:14-23)
Dios nos dió su ley para hacernos conscientes de ese problema y de su terrible gravedad
Es terrible imaginar que hubiésemos existido sin ninguna referencia en la cual apoyarnos como guía objetiva, cada uno haciendo lo que le viniese en gana, sin conciencia ni remordimiento alguno. La humanidad no habría durado dos días seguidos.
Si creéis que me pongo demasiado tráfico o extremista, diré que hace unos días leí que alguien escribió en redes sociales que "Dios debió haberse ajustado a crear sólo la naturaleza y no haber hecho al hombre; que se equivocó al hacerlo, porque hizo lo peor"... Y más de uno estaba de acuerdo con esa declaración. (Y no tenía nada que ver con un entorno o auditorio religioso, por si alguien piensa que formaba parte de gente con cerebros lavados por ciertas doctrinas religiosas y tal, no… gente "corriente" y "normal").
Thomas Hobbes escribió la famosa frase: "el hombre es un lobo para el hombre"... Y entiendo que no usó la Biblia para esa conclusión, se limitó a observar su entorno.
Pues eso, como decía, no habríamos durado dos días de existencia sobre la tierra.
¿Está entonces todo perdido?... ¿No hay esperanza alguna?... ¿Dejamos de enseñar a nuestros hijos a ser buenas personas, y mejor aún, a ser buenos?.
Lo veremos próximamente….
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