LA LETRA PEQUEÑA
Esta tarde mi hijo Dani estaba merendando, al lado mía, en silencio. Tras un leve tiempo así y señalando la caja de cereales, me dijo de repente:"papá, qué coraje me da la letra pequeña".
La foto que adjunto contiene el motivo de su enfado; te puede tocar un premio que consiste en cualquier tipo de consola de videojuegos... "pero" (y ese "pero" no aparece en palabra, sino que aparece en forma de letra pequeña) hasta un máximo de 500€.
Es decir, si la consola que te gusta es de 600€ no entra dentro del maravilloso premio de "cualquier tipo de consola".
He aprovechado esa circunstancia para comentarle lo que también quiero compartir con vosotros:
"Pues, ¿sabes una cosa Dani?.. la Biblia no contiene letra pequeña, y eso es algo maravilloso... Y eso que tiene miles de asuntos a tratar, pero ninguno de ellos esconde una letra pequeña".
Cierto, la Biblia no va a causarte ningún disgusto por causa de contener letra pequeña, no te indignará con una información sorpresa que no te había sido dada claramente.
Bueno, en un sentido, sí tiene letra pequeña, y es el sentido literal de la expresión, es tan extensa que suele estar escrita con letra pequeña y en páginas muy finas, pero bueno, aparte de las gafas que puedes utilizar para su lectura te puedo decir también que toda tiene el mismo tamaño, no hay una más pequeña que otra... Pero eso lo digo sólo a modo de anécdota, ya que creo que todos sabemos de qué asunto estoy hablando realmente.
Los contratos que los hombres realizan, los productos de la banca, las promociones publicitarias, etc,... todos contienen una letra pequeña, la mayoría guiadas por un asterisco, el cual cuando lo vemos se desmorona nuestra posible ilusión formada tras leer la letra grande, ya que por experiencia sabemos que el asterisco nos lleva a esa indeseable letra pequeña que va a suponer una serie de cortapisas, límites, condiciones, y en fin, una serie de factores que van a transformar todo lo que parecía una gran oportunidad en un auténtico timo o estafa, o a lo sumo una oferta tan corriente que no es ni oferta.
Pues a eso me refiero con la Biblia. Eso, amigos, no pasa con la Biblia.
Posiblemente te pueda pasar con los que te cuentan la Biblia, o te hablan de ella, pero la Biblia, ella misma, no te hará eso. ¿La tienes? Leela y verás cómo tengo razón.
Porque la Biblia te lo dice todo, no oculta nada, con la misma claridad, importancia, intensidad, lo bueno y lo malo, lo que te gusta y lo que no te gusta, lo que quieres oír y lo que no.
En el libro Deuteronomio, de Moisés, podemos ver un ejemplo de la claridad de Dios respecto a este asunto.
Dios le pide al pueblo que se divida en dos, y una mitad de subirá a un monte (Gerizim) y la otra mitad del pueblo se subirá al Monte justo enfrente (Ebal).
Los que estén en el Monte Gerizim deberán proclamar las bendiciones derramadas por la obediencia a la ley de Dios, y los del Monte Ebal deberán proclamar las maldiciones por la desobediencia a la misma ley.
Así que vemos el mismo trato para un caso como para el otro, tanto en proporcionalidad de intensidad, de información, y de maneras... Es decir, la mitad dedicada para un caso y la mitad para el otro, y ambos casos (bendición que tanto nos gusta, y maldición que tanto nos disgusta), deben ser proclamados, gritados, no será uno más publicado que el otro ni más audible que el otro.
Tan importante es una cosa como la otra y EL SABERLO.
Así que no habrá quien diga:
"yo no sabía, yo no me enteré, eso estaba en la letra pequeña maliciosamente para pillarme..."
Os pongo aquí los pasajes:
(Deuteronomio 11:26 - 29)
"He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal,..."
(Deuteronomio 27:10 - 13)
"Oirás, pues, la voz de Jehová tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.
Y mandó Moisés al pueblo en aquel día, diciendo:
Cuando hayas pasado el Jordán, éstos estarán sobre el monte Gerizim para bendecir al pueblo: Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín.
Y éstos estarán sobre el monte Ebal para pronunciar la maldición: Rubén, Gad, Aser, Zabulón, Dan y Neftalí."
(Josué 8:33 - 35)
"Y todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a uno y otro lado del arca, en presencia de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová, así los extranjeros como los naturales. La mitad de ellos estaba hacia el monte Gerizim, y la otra mitad hacia el monte Ebal, de la manera que Moisés, siervo de Jehová, lo había mandado antes, para que bendijesen primeramente al pueblo de Israel.
Después de esto, leyó todas las palabras de la ley, las bendiciones y las maldiciones, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley.
NO HUBO PALABRA ALGUNA de todo cuanto mandó Moisés, QUE JOSUÉ NO HICIESE LEER DELANTE DE TODA LA CONGREGACIÓN de Israel, y de las mujeres, de los niños, y de los extranjeros que moraban entre ellos."
Seguramente te hayan contado que al final, si el cielo existe y Dios también, todos iremos al cielo... pero eso es lo que te han contado, no lo que la Biblia dice... (es un ejemplo sólo, de los muchos que podría poner, sobre lo que nos gusta oír, y sobre lo que a algunos les interesa contar).
A quien le guste las cosas claras, creo que le debe gustar la Palabra de Dios (a pesar de que mucha de ella escueza).
Un saludo y fuerte abrazo.


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