Ir al contenido principal

INTIMANDO EN INTIMIDAD

 INTIMANDO EN INTIMIDAD



No hay ser humano que no tenga su parte de intimidad. Otra cosa es que sea violentada, o vulnerada, pero aún así hay una parte que no puede tocar mano alguna, hay una puerta que nadie puede abrir forzándola por mucha violencia que ejerzan; esa es la del corazón. 

Alguien dijo que el corazón es un músculo, y no piensa, ni siente, no tiene puertas... Claro, la anatomía nos enseña eso.... Pero el espíritu nos enseña que hay una esencia en mi estructura biológica que es mi "YO"; se trata de mi "SER" con todo lo que ello conlleva: sentimientos, pensamientos, gustos, voluntades, deseos, preferencias, amores, odios, inquietudes, indiferencias, etc... Y al conjunto de todo eso le llamamos CORAZÓN....

Seguramente porque el mismo efecto produce atentar contra el músculo cardíaco que atentar contra ese conjunto que conforma MI SER.

Sin embargo, por medio de la violencia podrás alcanzar mi fibra cardíaca, dañarla y matarme... Pero no hallarás forma de alcanzar mi corazón (el otro) y forzar mi amor... Nadie, eso no existe, y si no, no es AMOR.

No nos quedemos centrados en el amor de pareja, pensemos en el amor en el amplio, extensísimo, alcance de su capacidad. No todo es emparejamiento en la vida, por favor.

A todos los niveles, pues, existe eso que se llama "abrirse a"... Abrirse a alguien es ir dando paso a las áreas más íntimas de uno, ir dejando que se produzca mayor cercanía, menor distancia, cercanías que llegan a ser capaces de atravesar los límites de la piel y que no encuentran obstáculos en los kilómetros de separación.

Podemos estar sentados uno al lado del otro, o escribiendo por WhatsApp a miles de kilómetros, y sin embargo, ser capaces de haber entrado más allá de lo que la epidermis delimita en nuestros cuerpos.... HEMOS INTIMADO... Ha existido "conexión"... Hemos "encajado".

Esto es bello, esto embellece las relaciones y habla del alto nivel que se alcanza en las relaciones... Es mucho más que el mero "respeto" que tristemente es lo máximo a lo que se aspira y se desea hoy en día, ¡y hasta se abandera como un gran logro!, y sin embargo es lo mínimo y lo básico que debería existir en toda relación humana (respeto)... lo cual es un diagnóstico del estado de la sociedad en que vivimos.

No cabe duda que intimar no es algo que se produce con cualquiera, ni de cualquier forma, ni de una hora para otra. Hace falta afinidad, entendimiento, unas líneas semejantes de caminar, de pensamiento.... Con un enemigo no se intima, ni con un agresor, ni con un extraño....

Pues esto conbra una magnitud excelsa cuando se trata de Dios y de mi.

Salomón, en su libro de Proverbios, nos dice que hay un nivel mucho mayor del que gozar, y hacerlo sin temor, con confianza, sabiendo que no fallará (y si falla es por la parte que me toca a mí).

"Porque Jehová abomina al perverso; mas su comunión intima es con los justos" (Proverbios 3:32).

Si, existe la posibilidad de intimar con Dios. De tener una relación personal, tanto que la cercanía alcanza hasta lo profundo del corazón, de MI SER. A eso le llama "la comunión intima".

Quizás nos enseñaron a mantener un estilo ritualista de vida, y le llamaron religión... Pero eso no nos lo enseñó la Biblia.

A mi la Biblia me ha enseñado a tener y gozar una relación personal con mi Señor y Salvador.

Con la religión entendí que aunque parecía que me sentaba más cerca de Él en un banco, realmente estaba más lejos...

Conviviendo con Él, sin necesidad de acudir a un lugar concreto a buscarle, ni realizando ninguna serie de liturgia concreta, en MI HABITACIÓN A PUERTA CERRADA y EN MI CORAZÓN A PUERTA ABIERTA puedo INTIMAR EN INTIMIDAD... es decir, estar tan lejos como los cielos de la tierra, pero tenerlo conmigo, junto a mí y en MÍ.

"Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor."  (1ª Corintios 1:9).



Comentarios

Entradas populares de este blog

SÓLO CRISTO

         SÓLO A CRISTO, POR CRISTO, PARA CRISTO Y EN CRISTO.           Jamás encontrará nadie en las Escrituras una invitación a acudir, confiar, aprender, permanecer en la iglesia. Básicamente porque la Iglesia es la que acude, confía, aprende y permanece en Cristo . Si no es de esa manera, no es Iglesia. No es la iglesia el modelo, sino Cristo . No es la iglesia el fundamento, sino Cristo . No es la iglesia la fiel, sino Cristo . Acude a la Fuente: CRISTO

MOTIVO DE ESTE BLOG

Me presento, soy Esteban , soy enfermero de profesión. Tengo mujer y tres hijos, dos chicos y una chica (ella es la segunda). Nací en un hogar creyente, de profundas y arraigadas convicciones cristianas mostradas no en un modo religioso sino en una auténtica nueva forma de vida, y que fueron transmitidas a mis tres hermanos y a mi, de lo cual estamos los cuatro infinitamente agradecidos. Nos sentimos en deuda con mis padres por tanto bien que sembraron en nuestras vidas, y como es imposible pagar tal deuda hacemos lo que ellos anhelan para la Gloria de nuestro Dios: proclamar al Señor. Este blog es una forma de hacerlo. Aquí deseo compartir uno de los momentos del día, "la tarde", acompañado de un café y mi Biblia, "alimentándome" de la Palabra de Dios; aquí os dejo cada meditación a vuestra disposición confiando en que, al igual que a mí, os suponga algún provecho espiritual. "Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde..." (Génesis 24...

NACER DE NUEVO

EL NUEVO NACIMIENTO "Hoy he vuelto a nacer"... ésta es una de las frases que se oyen cuando alguien ha salido vivo de un accidente mortal, por ejemplo. Pudo haber perdido la vida con un alto porcentaje de probabilidades y sin embargo, no perdió la vida... la conservó. Hoy os presento un concepto de "volver a nacer"... para mí MUCHO MÁS INTENSO. El “nuevo nacimiento” es una de las enseñanzas más importantes dadas por Jesús sobre nuestra salvación y que la “religión católica” no ha enseñado a través de los tiempos (ni en los tiempos de su "dominio" ni en los demás tiempos). Cuando en España te preguntaban si eras cristiano queriendo saber si eras “cristiano verdadero” o cristiano comprometido, involucrado y que de verdad lo tiene en cuenta y no una mera identificación “patriótica”, se solía (y aún se escucha) decir: “soy cristiano practicante” . De esa forma ya se dejaba claro que era de los que van a misa, rezan, se confiesan, cumplen con los requisitos ...