Son las 17:00h, momento de compartir con vosotros el café y "algo más" desde "mi azotea".
LIBRO DE INSTRUCCIONES. (Parte 3/3).
PARA LOS NIÑOS TAMBIÉN (Y SOBRE TODO PARA ELLOS).
(Extenso, pero necesito decirlo todo)
- Volvamos a aquella frase que inspiraba esta reflexión:
“nadie nace con un libro de instrucciones”.
Esto nos dirige al momento del nacimiento, de una nueva vida, una nueva criatura en el mundo, y todo lo que ello conlleva de responsabilidad y de deberes para con ese nuevo ser.
Se trata de algo grande muy grande, y cuando te ocurre, cuando lo tienes entre tus propias manos es cuando más eres consciente de ello. Es entonces cuando en muchos casos ha sobrevenido la extrema preocupación que ha desembocado en ansiedad e incluso depresiones muy limitantes para padres (sobre todo madres que asumen la gran parte de la carga de la criatura recién llegada).
¿Y cómo lo cojo? ¿y cuántas veces come? ¿y en qué postura lo coloco para dejarlo acostado? ¿qué puede comer y a qué edad lo come? etc, etc, etc…. Cierto, son preguntas que sobrevienen, especialmente a mentes humanas, cuyo cerebro va más allá de lo lógico y natural muchas veces... No hemos visto chimpancés, ni guepardos, ni boquerones, ni escolopendras, haciéndose esas preguntas…. PERO EL SER HUMANO SI.
Todas esas preguntas han tenido su respuesta y la ciencia ha trabajado mucho en ello. Pero… todos sabemos que somos algo más que física y química (aunque a veces interese negar que somos más que eso). De modo que NO SE REDUCE TODO a comer, dormir y excretar.
Nos preocupan más cosas, cosas que nos diferencian del mundo animal, cosas que tienen una trascendencia más allá del mero desarrollo bio-físico.
Entonces, es cuando nos encontramos delante del abismo…. “¿y ahora qué?”.... “¡¿y el libro de instrucciones?!”.
Esta última parte de la serie de (3) va enfocada concretamente A LOS HIJOS. Esos que tanto queremos, de quienes se dice que es el amor más puro en la tierra, y por quienes daríamos TODO.
Pues si es verdad eso, y es así en nosotros, lo lógico será atender a LO QUE ES MEJOR PARA ELLOS.
Puede resultar “romántico” eso de que las cosas importantes no son las materiales, ni que el dinero da la felicidad, que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita, etc,... pero oye, en el fondo, a la hora de la verdad, se da uno cuenta que no es solamente “romántico” o de peli Disney, sino que hay gran parte de razón y de verdad.
Así que, puestos a hacerlo bien, por ejemplo: ¿qué preferimos para un hijo, que tenga mucho dinero o que sea sabio?. Podemos hacer respuestas rápidas y bromistas, pero seriamente, un alocado con dinero es un desperdicio... MEJOR SABIO. No hay mejor posesión que la sabiduría.
¡Pues vamos a ello!.
En la canción de cumpleaños se acaba diciendo: “¡y que cumplas muchos más!”. Pues ya tenemos una instrucción respecto a ese deseo de la canción en este versiculo que hemos leído.
¿Quieres ser bendecido con buenos y largos años?.... hay una serie de leyes que nos son dadas para andar en ellas. Hacerlo es de sabios, porque el motivo de cumplirlas es “el temor del SEÑOR” y aprendemos en Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR”.
¡¿No queríamos sabiduría?!.... pues ya sabes, SABIDURÍA no es obtener la mejor calificación académica ni obtener el mayor número de diplomas y másteres; la base, o principio, de la sabiduría es el Temor del SEÑOR (no, tener miedo de Dios, no, sino un amor reverente ante su eterna grandeza e infinito amor por nosotros).
Por cierto, es muy fácil, que estando encauzado en ese camino, hayan consecuencias académicas muy óptimas, pero el orden es así, no a la inversa (ser muy inteligente académicamente hablando no está relacionado con acercarse al Señor).
Atención, el pasaje aclara que es para tí, para tu hijo, y para tu nieto….
Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”.
No, no es un trabajo en vano; y tampoco significa que nunca vaya a desviarse o a tomar otros derroteros. Al menos cumple tu parte responsable que es la de instruirle en su camino.
Aquí no se nos ofrece especificaciones respecto a las instrucciones que demos, pero sí se nos enseña algo muy importante que debemos tener en cuenta: LO QUE ENSEÑES DESDE TEMPRANO MANTENDRÁ SU ECO HASTA LOS ÚLTIMOS DÍAS DE SU VIDA.
Así que, no descuidemos la enseñanza desde temprano. Si en su caminar decide ignorar todo lo aprendido, será algo que forme parte de su decisión voluntaria y de su carácter personal (influido, sí, por presiones externas), pero al menos, siempre contará con ese tesoro que sembraste en lo profundo de su ser… De lo contrario, si no lo haces, ¡ni siquiera contará con eso! y será un desahuciado emocional.
Criar en disciplina no es en severidad, ni dureza, y mucho menos crueldad ni violencia.
PARA LOS NIÑOS TAMBIÉN (Y SOBRE TODO PARA ELLOS).
(Extenso, pero necesito decirlo todo)
- Volvamos a aquella frase que inspiraba esta reflexión:
“nadie nace con un libro de instrucciones”.
Esto nos dirige al momento del nacimiento, de una nueva vida, una nueva criatura en el mundo, y todo lo que ello conlleva de responsabilidad y de deberes para con ese nuevo ser.
Se trata de algo grande muy grande, y cuando te ocurre, cuando lo tienes entre tus propias manos es cuando más eres consciente de ello. Es entonces cuando en muchos casos ha sobrevenido la extrema preocupación que ha desembocado en ansiedad e incluso depresiones muy limitantes para padres (sobre todo madres que asumen la gran parte de la carga de la criatura recién llegada).
¿Y cómo lo cojo? ¿y cuántas veces come? ¿y en qué postura lo coloco para dejarlo acostado? ¿qué puede comer y a qué edad lo come? etc, etc, etc…. Cierto, son preguntas que sobrevienen, especialmente a mentes humanas, cuyo cerebro va más allá de lo lógico y natural muchas veces... No hemos visto chimpancés, ni guepardos, ni boquerones, ni escolopendras, haciéndose esas preguntas…. PERO EL SER HUMANO SI.
Todas esas preguntas han tenido su respuesta y la ciencia ha trabajado mucho en ello. Pero… todos sabemos que somos algo más que física y química (aunque a veces interese negar que somos más que eso). De modo que NO SE REDUCE TODO a comer, dormir y excretar.
Nos preocupan más cosas, cosas que nos diferencian del mundo animal, cosas que tienen una trascendencia más allá del mero desarrollo bio-físico.
Entonces, es cuando nos encontramos delante del abismo…. “¿y ahora qué?”.... “¡¿y el libro de instrucciones?!”.
Esta última parte de la serie de (3) va enfocada concretamente A LOS HIJOS. Esos que tanto queremos, de quienes se dice que es el amor más puro en la tierra, y por quienes daríamos TODO.
Pues si es verdad eso, y es así en nosotros, lo lógico será atender a LO QUE ES MEJOR PARA ELLOS.
Puede resultar “romántico” eso de que las cosas importantes no son las materiales, ni que el dinero da la felicidad, que no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita, etc,... pero oye, en el fondo, a la hora de la verdad, se da uno cuenta que no es solamente “romántico” o de peli Disney, sino que hay gran parte de razón y de verdad.
Así que, puestos a hacerlo bien, por ejemplo: ¿qué preferimos para un hijo, que tenga mucho dinero o que sea sabio?. Podemos hacer respuestas rápidas y bromistas, pero seriamente, un alocado con dinero es un desperdicio... MEJOR SABIO. No hay mejor posesión que la sabiduría.
¡Pues vamos a ello!.
1. POR DÓNDE EMPEZAR
Deuteronomio 6:1-2 ”Estos, pues, son los mandamientos,, estatutos y decretos que EL SEÑOR vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; PARA QUE TEMAS AL SEÑOR tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, TU, TU HIJO, Y EL HIJO DE TU HIJO, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados”.En la canción de cumpleaños se acaba diciendo: “¡y que cumplas muchos más!”. Pues ya tenemos una instrucción respecto a ese deseo de la canción en este versiculo que hemos leído.
¿Quieres ser bendecido con buenos y largos años?.... hay una serie de leyes que nos son dadas para andar en ellas. Hacerlo es de sabios, porque el motivo de cumplirlas es “el temor del SEÑOR” y aprendemos en Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR”.
¡¿No queríamos sabiduría?!.... pues ya sabes, SABIDURÍA no es obtener la mejor calificación académica ni obtener el mayor número de diplomas y másteres; la base, o principio, de la sabiduría es el Temor del SEÑOR (no, tener miedo de Dios, no, sino un amor reverente ante su eterna grandeza e infinito amor por nosotros).
Por cierto, es muy fácil, que estando encauzado en ese camino, hayan consecuencias académicas muy óptimas, pero el orden es así, no a la inversa (ser muy inteligente académicamente hablando no está relacionado con acercarse al Señor).
Atención, el pasaje aclara que es para tí, para tu hijo, y para tu nieto….
2. ¿MERECE LA PENA O ES ESFUERZO EN SACO ROTO?
Se oye con frecuencia el argumento tipo excusa: “Es que hay muchas influencias contrarias en el exterior, este mundo los va a malear, por mucho que yo les enseñe”.... (y seguidamente se pasa a enseñar: “si te hacen mal hazles tú el doble!”).Proverbios 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”.
No, no es un trabajo en vano; y tampoco significa que nunca vaya a desviarse o a tomar otros derroteros. Al menos cumple tu parte responsable que es la de instruirle en su camino.
Aquí no se nos ofrece especificaciones respecto a las instrucciones que demos, pero sí se nos enseña algo muy importante que debemos tener en cuenta: LO QUE ENSEÑES DESDE TEMPRANO MANTENDRÁ SU ECO HASTA LOS ÚLTIMOS DÍAS DE SU VIDA.
Así que, no descuidemos la enseñanza desde temprano. Si en su caminar decide ignorar todo lo aprendido, será algo que forme parte de su decisión voluntaria y de su carácter personal (influido, sí, por presiones externas), pero al menos, siempre contará con ese tesoro que sembraste en lo profundo de su ser… De lo contrario, si no lo haces, ¡ni siquiera contará con eso! y será un desahuciado emocional.
3. CUIDADO CON LOS LÍMITES
Efesios 6:4 “Vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación en el Señor”.Criar en disciplina no es en severidad, ni dureza, y mucho menos crueldad ni violencia.
Disciplina es mantener una línea en la que ajustarse, lo cual unas veces supondrá mayor esfuerzo y otras menos (según el momento, las circunstancias, el estado de ánimo, etc). Por ejemplo, la disciplina se aplica para el deporte, porque para que el deporte sea efectivo debe ser constante y bien realizado; unas veces lo hacemos con más ganas, otras con menos, pero hay que esforzarse en hacerlo y hacerlo correctamente. Eso es disciplina.
Es cierto que según el caso se haga necesario elevar el tono a la severidad o intransigencia, y ello siempre será justificado por un mal mayor a evitar (no voy a consentir que un coche atropelle a mi hijo y lo mate por no haber sido severo en su educación al respecto si él mostraba obstinación en lla desobediencia.
La “amonestación en el Señor” es lo que padres creyentes (como en mi caso) nos decían: “mira, eso es bueno para tí, y al Señor le agrada que hagas o seas así; cuando te vayas, yo no te veré, pero el Señor sí te ve, y de Él no te puedes ocultar”. Era una manera de dar un motivo de base a mi obediencia, no por ser visto de mis padres, sino por ser auténtico, allá donde estuviese, porque en todo lugar el Señor es el motivo de mi obediencia.
Colosenses 3:20-21 “Hijos obedeced a vuestros padres,... Padres no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.
El papel del hijo es obedecer. Eso es algo muy fácil de entender (aunque poco practicado). Pero la otra parte es una asignatura también pendiente:
No hay nada más desalentador como desear ver a tu padre contento contigo y mostrándote su aprobación por tu conducta, y que nunca llegue ese momento…. te esfuerzas, tienes miedo a fallar, el miedo te hace inseguro y fallas, tu padre te regaña, y cada vez más, y se produce un bucle que llega a mortificar al niño… y acaba “exasperado”. EVITAR ESO A TODA COSTA.
También puede ser que por el carácter del hijo (que eso influye muchísimo en cada uno), no tenga miedo a fallar, se siente seguro, se esfuerza en agradar al padre, y consigue alcanzar la exigencia del padre, pero el padre en vez de mostrar su agrado y complacencia por ello, lo que hace es aumentar sus exigencias, y así de manera contínua que parece que ralla la perfección…. eso “exaspera” al hijo (y a cualquiera)...EVITAR ESO A TODA COSTA.
EQUILIBRIO EN LA BALANZA: OBEDIENCIA - DISCIPLINA….¡SIEMPRE EQUILIBRIO!
Proverbios 29:17 “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y te dará alegría a tu alma”.
Una ACTITUD AGRESIVA es muy mala y reprobable, pero una ACTITUD PASOTA es muy perjudicial y quizás se nos escape más de nuestra alerta como padres. Es muy importante CORREGIR.
Pero, ya sabéis, no seamos unos “fatigas”... no es estar entrometiéndose cansina y continuamente en todas y cada una de las cosas que hace, para que las haga de tal o cual forma (normalmente al gusto personal de cada uno, a mi manera… hay que dejarles desarrollar su propia personalidad y maneras).
Se trata de ser conscientes de lo que se está haciendo torcido y hay que enderezarlo (y ya sabéis la acertada frase de enderezar el árbol de pequeño, que de mayor no hay forma). REPITO, sepamos diferenciar entre:
- “hacer las cosas mal o tomar caminos torcidos” ante lo cual hay que intervenir y corregir
y:
- “hacer las cosas distintas a mis maneras o gustos personales” lo cual es lícito, necesario e incluso deseable como parte del desarrollo de la personalidad y creatividad propia de cada uno… por tanto, tolerar, aceptar y apoyar en tal caso.
De modo que ni “unos fatigas” ni unos pasotas, viendo cómo mantiene un comportamiento impropio de persona educada e ignorarle como si no pasara nada… esa terrible frase: “es un niño, ¡qué quieres que haga!... ¡los niños hacen cosas de niños!”.... y entre tanto está tirando todos los productos de las estanterías del supermercado al suelo.
Por cierto, si no sólo mantienes una actitud pasota ante eso, sino que encima “le ríes la gracia”, lo más seguro es que yo personalmente, vea complicado volver a quedar contigo y el niño (es un apunte muy personal que dejo aquí plasmado).
Si se recurre a una ACTITUD correcta, ese arbolito de mayor te dará “descanso y alegría para tu alma”.
- CASTIGO
Proverbios 19:18 “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo”.
El castigo tiene su momento y su motivo. JAMÁS el castigo debe ser el resultado de una falta de paciencia por parte de los padres, ni una forma de descarga del cansancio, ni de desavenencias vividas durante el día (en el trabajo o donde sea)....
El MOTIVO del castigo es la obstinación del niño en la desobediencia. EL OBJETIVO del castigo es hacerle entender que hay una autoridad a la que obedecer con unos motivos que obedecer, aunque no lo comprenda (lo ideal es que comprenda y razone las cosas, pero no es lo que siempre ocurre), y que tras el castigo, más tarde o más temprano, entienda que era lo mejor para él, o lo más necesario, aquello que se le mandaba.
Por tanto, si el motivo es el adecuado, debemos tener en cuenta que el castigo tiene su tiempo, su MOMENTO oportuno, su fecha.... 16 años no son edades para andar con castigos, a esas edades las cosas tendrían que estar más que aclaradas en el ámbito familiar, lo cual no implica aceptación de todo y a la primera. Pero cuando las cosas han sido abordadas desde temprano, luego sólo hay que sentarse y realizar “ciertos retoques” donde el diálogo y las horas de charlas serán la forma de abordar, y paciencia.
Así que el castigo es mientras “haya esperanza”, es decir, mientras haya posibilidades de lograr el buen objetivo de corregir para mejorar…. SI NO, SE HABRÁ ESCAPADO LA OPORTUNIDAD QUE NO VOLVERÁ, Y YA SERÁ INFRUCTUOSO (en ese caso, la “vida” se encargará de hacer lo que los padres no hicieron en su momento y actitud oportunas).
Situaciones trágicas como la ruptura de los vínculos afectivos ha llevado a personas a cometer locuras…. “no se apresure tu alma a cometer ninguna locura”.... (el versiculo cuenta con todo tipo de público y circunstancias indeseables).
Amar no es consentir. Corregir o castigar no es ser mal padre o madre.
De más está decir que no estamos haciendo de la convivencia con un hijo un monotema de corrección. No, tener un hijo no es pensar todo el día en corregir y castigar. Tener un hijo es disfrutar muchísimo de él, y él de nosotros.
Lo único que estamos haciendo es SABER, LLEGADO EL MOMENTO (si es que llega, y llegar llegará, en unos casos más en otros menos, en unos antes y en otros más tarde) cómo y cuándo actuar en cuanto a: corrección y castigo. Nadie piense que es una película de terror ser padres, AL CONTRARIO.
La expresión “a su hijo aborrece” es una hipérbole, una exageración, para llamar la atención a las consecuencias tan trágicas que pueden llevar un mal enfoque en esto de la crianza:
Como no eches mano de las herramientas paternales necesarias para una crianza (disciplina, corrección, castigo….) te podrás encontrar que pierdes a tu hijo (te lo puede atropellar un coche, o llevárselo las drogas…) y se supone que si tanto lo quieres deberías haber puesto un millón de ojos para evitar tales tragedias… ¿aborreces a tu hijo?...¡NO! pues disciplina, corrección y castigos (cuando son oportunos y necesarios) son demostración de AMOR. y si no, demuestras lo contrario.
POR ESO DESDE PEQUEÑOS, A LOS MÍOS, LES HE MOSTRADO EL “TEMOR DEL SEÑOR”.
Pablo habla a Timoteo cómo “desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. (2ª Timoteo 3:15).
Doy fe y testimonio personal en mí y en mis hijo que esto es VERDAD.
Es cierto que según el caso se haga necesario elevar el tono a la severidad o intransigencia, y ello siempre será justificado por un mal mayor a evitar (no voy a consentir que un coche atropelle a mi hijo y lo mate por no haber sido severo en su educación al respecto si él mostraba obstinación en lla desobediencia.
La “amonestación en el Señor” es lo que padres creyentes (como en mi caso) nos decían: “mira, eso es bueno para tí, y al Señor le agrada que hagas o seas así; cuando te vayas, yo no te veré, pero el Señor sí te ve, y de Él no te puedes ocultar”. Era una manera de dar un motivo de base a mi obediencia, no por ser visto de mis padres, sino por ser auténtico, allá donde estuviese, porque en todo lugar el Señor es el motivo de mi obediencia.
Colosenses 3:20-21 “Hijos obedeced a vuestros padres,... Padres no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”.
El papel del hijo es obedecer. Eso es algo muy fácil de entender (aunque poco practicado). Pero la otra parte es una asignatura también pendiente:
No hay nada más desalentador como desear ver a tu padre contento contigo y mostrándote su aprobación por tu conducta, y que nunca llegue ese momento…. te esfuerzas, tienes miedo a fallar, el miedo te hace inseguro y fallas, tu padre te regaña, y cada vez más, y se produce un bucle que llega a mortificar al niño… y acaba “exasperado”. EVITAR ESO A TODA COSTA.
También puede ser que por el carácter del hijo (que eso influye muchísimo en cada uno), no tenga miedo a fallar, se siente seguro, se esfuerza en agradar al padre, y consigue alcanzar la exigencia del padre, pero el padre en vez de mostrar su agrado y complacencia por ello, lo que hace es aumentar sus exigencias, y así de manera contínua que parece que ralla la perfección…. eso “exaspera” al hijo (y a cualquiera)...EVITAR ESO A TODA COSTA.
EQUILIBRIO EN LA BALANZA: OBEDIENCIA - DISCIPLINA….¡SIEMPRE EQUILIBRIO!
4. ACTITUD Y MOMENTO OPORTUNO
- CORRECCIÓN.Proverbios 29:17 “Corrige a tu hijo y te dará descanso, y te dará alegría a tu alma”.
Una ACTITUD AGRESIVA es muy mala y reprobable, pero una ACTITUD PASOTA es muy perjudicial y quizás se nos escape más de nuestra alerta como padres. Es muy importante CORREGIR.
Pero, ya sabéis, no seamos unos “fatigas”... no es estar entrometiéndose cansina y continuamente en todas y cada una de las cosas que hace, para que las haga de tal o cual forma (normalmente al gusto personal de cada uno, a mi manera… hay que dejarles desarrollar su propia personalidad y maneras).
Se trata de ser conscientes de lo que se está haciendo torcido y hay que enderezarlo (y ya sabéis la acertada frase de enderezar el árbol de pequeño, que de mayor no hay forma). REPITO, sepamos diferenciar entre:
- “hacer las cosas mal o tomar caminos torcidos” ante lo cual hay que intervenir y corregir
y:
- “hacer las cosas distintas a mis maneras o gustos personales” lo cual es lícito, necesario e incluso deseable como parte del desarrollo de la personalidad y creatividad propia de cada uno… por tanto, tolerar, aceptar y apoyar en tal caso.
De modo que ni “unos fatigas” ni unos pasotas, viendo cómo mantiene un comportamiento impropio de persona educada e ignorarle como si no pasara nada… esa terrible frase: “es un niño, ¡qué quieres que haga!... ¡los niños hacen cosas de niños!”.... y entre tanto está tirando todos los productos de las estanterías del supermercado al suelo.
Por cierto, si no sólo mantienes una actitud pasota ante eso, sino que encima “le ríes la gracia”, lo más seguro es que yo personalmente, vea complicado volver a quedar contigo y el niño (es un apunte muy personal que dejo aquí plasmado).
Si se recurre a una ACTITUD correcta, ese arbolito de mayor te dará “descanso y alegría para tu alma”.
- CASTIGO
Proverbios 19:18 “Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; mas no se apresure tu alma para destruirlo”.
El castigo tiene su momento y su motivo. JAMÁS el castigo debe ser el resultado de una falta de paciencia por parte de los padres, ni una forma de descarga del cansancio, ni de desavenencias vividas durante el día (en el trabajo o donde sea)....
El MOTIVO del castigo es la obstinación del niño en la desobediencia. EL OBJETIVO del castigo es hacerle entender que hay una autoridad a la que obedecer con unos motivos que obedecer, aunque no lo comprenda (lo ideal es que comprenda y razone las cosas, pero no es lo que siempre ocurre), y que tras el castigo, más tarde o más temprano, entienda que era lo mejor para él, o lo más necesario, aquello que se le mandaba.
Por tanto, si el motivo es el adecuado, debemos tener en cuenta que el castigo tiene su tiempo, su MOMENTO oportuno, su fecha.... 16 años no son edades para andar con castigos, a esas edades las cosas tendrían que estar más que aclaradas en el ámbito familiar, lo cual no implica aceptación de todo y a la primera. Pero cuando las cosas han sido abordadas desde temprano, luego sólo hay que sentarse y realizar “ciertos retoques” donde el diálogo y las horas de charlas serán la forma de abordar, y paciencia.
Así que el castigo es mientras “haya esperanza”, es decir, mientras haya posibilidades de lograr el buen objetivo de corregir para mejorar…. SI NO, SE HABRÁ ESCAPADO LA OPORTUNIDAD QUE NO VOLVERÁ, Y YA SERÁ INFRUCTUOSO (en ese caso, la “vida” se encargará de hacer lo que los padres no hicieron en su momento y actitud oportunas).
Situaciones trágicas como la ruptura de los vínculos afectivos ha llevado a personas a cometer locuras…. “no se apresure tu alma a cometer ninguna locura”.... (el versiculo cuenta con todo tipo de público y circunstancias indeseables).
5. NO CONFUNDAMOS SENTIMIENTOS
Proverbios 13:24 “El que detiene el castigo a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”.Amar no es consentir. Corregir o castigar no es ser mal padre o madre.
De más está decir que no estamos haciendo de la convivencia con un hijo un monotema de corrección. No, tener un hijo no es pensar todo el día en corregir y castigar. Tener un hijo es disfrutar muchísimo de él, y él de nosotros.
Lo único que estamos haciendo es SABER, LLEGADO EL MOMENTO (si es que llega, y llegar llegará, en unos casos más en otros menos, en unos antes y en otros más tarde) cómo y cuándo actuar en cuanto a: corrección y castigo. Nadie piense que es una película de terror ser padres, AL CONTRARIO.
La expresión “a su hijo aborrece” es una hipérbole, una exageración, para llamar la atención a las consecuencias tan trágicas que pueden llevar un mal enfoque en esto de la crianza:
Como no eches mano de las herramientas paternales necesarias para una crianza (disciplina, corrección, castigo….) te podrás encontrar que pierdes a tu hijo (te lo puede atropellar un coche, o llevárselo las drogas…) y se supone que si tanto lo quieres deberías haber puesto un millón de ojos para evitar tales tragedias… ¿aborreces a tu hijo?...¡NO! pues disciplina, corrección y castigos (cuando son oportunos y necesarios) son demostración de AMOR. y si no, demuestras lo contrario.
6. SABEN MÁS QUE LO QUE CREEMOS
“Es muy chico para esos temas… cuando sea mayor que ya se informe si quiere y decida”. No es correcto. Los niños se enteran de las cosas mucho más de lo que pensamos, y comprenden cosas mejor de lo que creemos.POR ESO DESDE PEQUEÑOS, A LOS MÍOS, LES HE MOSTRADO EL “TEMOR DEL SEÑOR”.
Pablo habla a Timoteo cómo “desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. (2ª Timoteo 3:15).
Doy fe y testimonio personal en mí y en mis hijo que esto es VERDAD.
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