MIRAR LOS CIELOS
Estos días ha sido noticia el llamativo momento cósmico en el que dos de nuestros planetas del Sistema Solar se han encontrado en puntos de sus órbitas respectivas en los que se aproximaban de forma extraordinaria y se alineaban produciendo una imagen atractiva al observador.
Eso era aliñado con la peculiaridad de su escasez de repetición en el tiempo: hacía 800 años que no sucedía, y... ¡nos ha tocado verlo!... Para colmo, se nos ha dicho que ese fenómeno es lo que se entiende en la Biblia como "la estrella de Belén" que guió a los Magos de Oriente para encontrar a Jesús cuando nació, lo cual aumenta exponencialmente la curiosa atención de millones de personas.
(No comparto esa afirmación respecto a la estrella de Belén y su papel en el relato bíblico, y la conjunción de estos planetas).
Es indudable que son momentos interesantes, llamativos, incluso asombrosos por la grandeza y belleza que entrañan a nivel astronómico.
Sin embargo la Palabra de Dios nos da una llamada de atención importante, solemne, y trascendente ante un asunto como éste: MIRAR LOS CIELOS.
El corazón del hombre tiende a la idolatría, tiende a rechazar al Único Dios Vivo y Verdadero, Creador... Y se inclina a hacer de cualquier cosa un dios o un objeto de su adoración y confianza.
AHÍ ESTÁ EL GRAVE ERROR Y PECADO DELANTE DE DIOS.
El Señor enseñó a sus discípulos a discernir los tiempos y los acontecimientos, pero no a usarlos como forma de adivinación, de elucubración, de devoción, y mucho menos de adoración.
"Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas."
(Mateo 24:33)
Es bueno y necesario contemplar los cielos y sus potencias, pero es bueno y necesario cuando el objeto y el fin de ello es elevar el corazón y la mente a la adoración de El Creador y Sustentador de ese espectáculo majestuoso.
"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,...¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!"
Salmos 8:3,9).
El problema es cuando las CRIATURAS son adoradas y consultadas y son objeto de esperanza, en vez del CREADOR.
"ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén."
(Romanos 1:25)
Los magos que hicieron un largo camino de Oriente hacia Belén, habían entendido en sus contemplaciones y estudios un mensaje: el Rey De los Judíos había nacido... Y FUERON A ADORAR AL REY.
"¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle."
(Mateo 2:2)
Hoy no necesitamos mirar muy lejos ninguna señal, tenemos en nuestras propias manos la información más perfecta y nítida que cualquier sabio de antaño hubiese deseado tener: LA COMPLETA PALABRA DE DIOS.
"Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:"
(Romanos 10:8)
ESO ES TENER CLARAS LAS COSAS, Y ACERTAR.
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