INTIMANDO EN INTIMIDAD No hay ser humano que no tenga su parte de intimidad. Otra cosa es que sea violentada, o vulnerada, pero aún así hay una parte que no puede tocar mano alguna, hay una puerta que nadie puede abrir forzándola por mucha violencia que ejerzan; esa es la del corazón. Alguien dijo que el corazón es un músculo, y no piensa, ni siente, no tiene puertas... Claro, la anatomía nos enseña eso.... Pero el espíritu nos enseña que hay una esencia en mi estructura biológica que es mi "YO"; se trata de mi "SER" con todo lo que ello conlleva: sentimientos, pensamientos, gustos, voluntades, deseos, preferencias, amores, odios, inquietudes, indiferencias, etc... Y al conjunto de todo eso le llamamos CORAZÓN.... Seguramente porque el mismo efecto produce atentar contra el músculo cardíaco que atentar contra ese conjunto que conforma MI SER . Sin embargo, por medio de la violencia podrás alcanzar mi fibra cardíaca, dañarla y matarme... Pero no hallarás forma de a
Desde la azotea de mi bloque hay vistas muy corrientes, edificios corrientes de un barrio corriente; no es mía particular, pertenece a la comunidad, pero un café en la tarde sienta muy bien allí. Sin embargo, tengo una "azotea" (mi cabeza) que sí es personal e intransferible. Ahí comienza la contemplación y reflexión de unas vistas que superan con creces lo que hay delante de mis ojos... Ahí, con un cafe en una mano y la Biblia en la otra, me elevo en las meditaciones de las Glorias de mi Dios.