La Hora de la Tierra. Parte 13.
El cosmos empieza a "dar la cara". El planeta Tierra es una mota de polvo en el Sistema Solar (no digamos ya en el universo.... Podríamos decir que prácticamente inexistentes).Pero aquí estamos, con todo lo que ello conlleva: nacimientos, crecimientos, multiplicaciones, muertes.... Amores, odios, generosidades, egoísmos, maravillas, espantos, ilusiones, asqueamientos,...
Parecernos el ADN de un ser vivo.... En cuanto a tamaño prácticamente inexistente, en cuanto a protagonismo crucial...
El Señor nos dice que, mientras que el Universo convulsiona sin repercusiones directas en este mundo hasta ahora, llegará el momento en el que ocurrirán, es decir, habrán repercusiones, habrán acontecimientos cósmicos que afectarán a nuestro sistema solar, y que tendrán relación con los tiempos que caracterizarán el regreso del Hijo del Hombre.
Sol, Luna, estrellas... No será necesario echar mano del Telescopio Hubble... Lo tendremos en primer plano.
La misma Tierra va a mostrar su participación en la conmoción de los elementos cósmicos... "El mar", "las olas", elementos que cuando se ponen "bravos" nos sobrecogen a todos (por muy ricos, valientes o fuertes que seamos)...
El Planeta Tierra ha soportado durante siglos a una humanidad insoportable, cruel, ruin... Y ha ido de mal en peor, como una embarazada que va cumpliendo semanas de gestación, y cuando ya está próximo el parto empiezan las contracciones y los dolores....
La Tierra "gime" con dolores de parto... y llegará lo que ha de venir (no será precisamente un bello bebé).
"Angustias de las gentes", "desfalleciendo los hombres por la expectación"... No son días de bienestar, de relax, de diversión... Son días de gran preocupación, siempre hubieron noticias malas, pero "quedaban lejos"... El mundo va a experimentar una "globalización" que no es la deseada precisamente: será la globalización de los sentimientos de inseguridad. "Angustias de las gentes" dice el texto que hoy toca.
Jesús no deja dudas de que Dios se enciende en IRA contra el pecado, y ese Dios de Amor que la gente señala con el dedo cuando se menciona "la ira de Dios" NUNCA DEJA DE SER AMOR. Más bien, porque es AMOR hará justicia a aquellos que amó hasta tal punto de enviar a la muerte a su propio Hijo por salvarlos.
Al pecador llama Jesús al arrepentimiento: Dios ofrece todavía PERDÓN. ¿Te reconoces pecador ante Dios?...
Estas cosas terribles que sucederán no afectarán a los que Jesús salvó. Él se los habrá llevado antes de que comiencen a derramarse los juicios de Dios.
Escrito está:
"Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo"
(1ª Tesalonicenses 5:9)
"¿HAS HALLADO EN CRISTO LA GRACIA Y PERDÓN?
¿TE HA LAVADO YA LA SANGRE DE JESÚS?
¿EN LA FE DESCANSAS DE SU DULCE AMOR?
¿TE HA LAVADO YA LA SANGRE DE JESÚS?
¡LÁVAME, POR PIEDAD, POR AMOR LÍMPIAME, CON TU SANGRE, CORDERO DE DIOS!
¡Y MI LENGUA AGRADECIDA CANTARÁ ALABANZA, BENDICIÓN Y AMOR!"
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