El Tema es que no quieres, no que no puedes. Parte 17.
En mitad de una enseñanza clara, explícita y contundente, Jesucristo introduce una parábola.
La parábola consistiría en un instrumento lingüístico que decidió usar para ilustrar ciertas enseñanzas, y cuyo fín era el de que aquellos que tenían sincero deseo de buscar la VERDAD la encontraran, y que aquellos que sólo buscaban excusas y tropiezos ante todo tipo de argumentos, se quedasen en sus propias divagaciones sin progresar, por su propia dureza de corazón).
“El que tiene oídos para oír oiga. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?. Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ello no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden… porque el corazón de este pueblo se ha engrosado”
(Mateo 13:10-15).
Jesucristo habló muy claramente aquellas cosas que eran vitales e imprescindibles para la salvación del hombre: dijo que eran pecadores, que necesitaban arrepentimiento, que sólo hay salvación en ÉL y que el Padre ama tanto al hombre que ha dado a su Hijo para salvarlos, que hay una salvación y una condenación,....
Pero cuando comenzaron a querer “curiosear” sobre temas celestiales que pertenecen a otra dimensión en vez de preocuparse sinceramente por el estado personal de sus almas delante de su Dios, Jesucristo no entró al trapo, ni malgastó el tiempo con ellos.
Muchas veces hay un interés curioso en las gentes que sólo desean saber cómo son o serán las cosas espirituales y del “más allá”, y eso en medio de una incredulidad que se contrapone a tal actitud curiosa.
El hombre no está en condiciones de entender ni percibir la administración de lo espiritual…. Simplemente, por propia naturaleza carnal caída; el pecado se lo impide, porque tiene rota su comunión con Dios y por tanto su mente no es conforme a la de Dios.
Imaginemos ir al centro de una jungla inmensa, y entrar en lo profundo de ella y encontrar una tribu a la cual le quieres contar lo maravillosa que es una videoconferencia con la tecnología 5G…. Esas personas no saben ni lo que es un cable eléctrico, y les pretendes enseñar una de las últimas tecnologías de la ciencia de la comunicación… ABSURDO.
Bueno, ¿sabéis cómo comenzó todo este discurso?... los discípulos le preguntaron al Señor ¿cuándo será esto ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder?...
El Señor no les dice fecha (ya que como dijo en una ocasión, el día y la hora no lo saben ni los ángeles sino sólo el Padre)... pero la cercanía es previsible…. y aquí deja una evidencia de ello mediante la parábola de “la higuera y todos los árboles”.
Es sencilla y breve: ¿cómo sois capaces de saber que el verano se acerca (en pleno año 30 d.C. sin Telediarios, ni la AEMT, ni datos científicos)?... Pues lo sabéis porque los árboles comienzan a brotar, y ello COMUNICA un mensaje: hay información, y hay que estar atentos a ella.
Jesús es muy coherente en lo que a razonar se refiere (permitidme esa forma de expresarme): si sois capaces de “discernir” una estación del año a través de las manifestaciones en las criaturas (las cosas creadas), también podréis discernir la cercanía de los tiempos postreros en función de los acontecimientos que se estén dando en el planeta.
Una de las fuertes denuncias que Jesús hizo a los fariseos con respecto a su hipocresía fue: “cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: hoy habrá tempestad, porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, mas las señales de los tiempos no podéis!” (Mateo 16:2-3).
Curioso, ¿verdad?.... para algunas cosas somos unos linces, y para otras no nos queremos “precipitar” ni podemos decir nada “porque no lo vemos claro”....
Ya lo hemos comentado en el asunto de “hablar por parábolas”: no hay peor situación que el que no quiere ver ni oír… es el peor ciego y sordo.
Pues la aplicación es fácil: se están emitiendo mensajes cada vez más claros y con más frecuencia que comunican una información…. ¿sabemos y queremos entenderlo?.
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