Hora 17:00h, la de compartir el café "y algo más" desde "mi azotea"... LIBRO DE INSTRUCCIONES. (Parte 1/3). Hace unos años nos cambiaron el ascensor del bloque por uno nuevo. Era ya muy antiguo el que teníamos y su estado estaba afectando ya a temas de seguridad; y bueno, ya sabéis, por encima de la tecnología, la estética, y cualquier otra cosa, la seguridad es lo primero porque en ello nos va la vida… LA VIDA, ¡qué cosa tan bella y tan importante!. Bueno pues el asunto es que el día de estreno (tras unos largos 3 meses de obras) coincidí en el ascensor nuevo con uno de los vecinos del edificio. Un hombre un tanto peculiar, buen vecino, pero “peculiar”. Éste, había estado subiendo y bajando de forma continuada, y en uno de esos viajes fue cuando coincidió que yo hice uso del ascensor. Yo era por aquel entonces presidente de la comunidad de vecinos y claro, todo lo tengo que saber y responder yo (“que pa eso soy el presidente”). Lo que no me hubiese imaginado en to
Desde la azotea de mi bloque hay vistas muy corrientes, edificios corrientes de un barrio corriente; no es mía particular, pertenece a la comunidad, pero un café en la tarde sienta muy bien allí. Sin embargo, tengo una "azotea" (mi cabeza) que sí es personal e intransferible. Ahí comienza la contemplación y reflexión de unas vistas que superan con creces lo que hay delante de mis ojos... Ahí, con un cafe en una mano y la Biblia en la otra, me elevo en las meditaciones de las Glorias de mi Dios.